domingo, 15 de agosto de 2010

Los interrogatorios judiciales pueden llevar a falsas confesiones.

Tomado de: depsicologia.com/los-interrogatorios-judiciales-pueden-llevar-a-falsas-confesiones/

La confesión de un crimen puede ser extremadamente persuasiva en la corte, pero siempre que alguien confiesa, ¿es verdaderamente culpable?

Jessica Klever y su equipo montaron un elegante laboratorio para comparar dos tipos de interrogatorio judiciales que llevan a la confesión de un delito. Compararon los interrogatorios basados en la minimización de la ofensa versus los que maximizaban la ofensa y sus consecuencias. Ejemplos de minimización son cuando el interrogador usa frases como “es un pequeño delito”, “no es tan grave”, etc. La maximización se refleja en sentencias como “pagarás por lo que has hecho”, “¿como has podido hacerlo?”, “deberás atenerte a las consecuencias” y demás. Sorprendentemente los investigadores hallaron que la gente es más propensa a declararse culpable, aunque de hecho no lo sea, cuando se minimiza la ofensa.

El estudio se llevo a cabo de la siguiente manera: Más de 200 estudiantes asiáticos y caucásicos fueron invitados a tomar un test, que les dijeron era sobre la personalidad y las habilidades de escritura. Durante la prueba de escritura se les advirtió que si presionaban la tecla “Alt” la computadora se dañaría y se perdería toda la información recogida. Entonces cuando a los participantes se les pedía que escribieran la Z (muy cerca del Alt) los investigadores hacían estallar el sistema y se acusaba al participante de haber sido el culpable del daño. Luego, o bien se consolaba a los estudiantes minimizando el hecho, con frases como “no es nada” o ” el sistema ya venia fallando” o bien se maximizaba el error y se les echaba directamente la culpa: “testeamos más de 500 personas y nunca nadie rompió nada”, “debes haber apretado el Alt”, etc. De los participantes un 43 % firmó un escrito de confesión, admitiendo que habían presionada la tecla Alt, aunque no lo hubiesen hecho. El hallazgo es que la confesión se dio cuatro veces más en el grupo “consolado” que en el otro. Los investigadores explican que en la vida real la minimización de la falta da al sospechoso una sensación de seguridad, otorgándole coartada moral, lo que le hace más sencillo declararse culpable. Los resultados también mostraron que fue mayor la cantidad de mujeres que firmaron la confesión así como también las personalidades más sugestionables. Es de esperar que sigan las investigaciones en torno al porqué una persona inocente se declara culpable de algo que no es.

Estos resultados quitan seriedad y confiabilidad a las confesiones firmadas. Si bien hay países donde la confesión no tiene peso legal hay otros, como Estados Unidos, donde se utiliza como parte de la evidencia judicial y pueden llevar erróneamente a juzgar a alguien inocente como culpable.